En los últimos días me he encontrado en varias ocasiones con varias personas que me han preguntado sobre las bondades del nuevo Mazda MX-5 y en varios de estos casos haciendo hincapié en cómo de bien resuelta estaba la alternativa menos potente, el Mazda MX-5 1.5 de 131 caballos. Una duda lógica, ¿son suficientes 131 caballos para el nuevo Miata?
Claro que no es el súmmum de las prestaciones con 131 caballos… pero tiene una natural dinámica de lo más divertida:
Tal y como dije tras probarlo y como suelo decir a cuantos me preguntan, el nuevo Mazda MX-5 nos ofrece una configuración “notablemente” más deportiva que sus predecesores.
Por supuesto para una conducción relajada, como coche destinado a algún que otro paseo dominical más allá de su posible uso diario, esta alternativa cumple con creces, ahora bien, si buscamos una conducción más pasional, una conducción más espirituosa…
Cumple y lo hace no precisamente “por los pelos”, ofreciéndonos una grata respuesta, buscándonos en la parte alta del tacómetro, ofreciéndonos un buen paso por curva y una bonita banda sonora metálica, el ya conocido buen tacto del cambio, vibrante, duro y de cortos recorridos, esa evidente agilidad…
Sí, el motor 1.5 atmosférico de 131 caballos es más que suficiente para una conducción deportiva, pero evidentemente no me estoy refiriendo a esa conducción deportiva de ir a por la décima, sino a la conducción deportiva de escoger tu tramo de montaña favorito, de escoger una mañana de un fin de semana cualquiera y regresar a casa bien contento con tu coche, con lo que es capaz de ofrecerte.
Es divertido, bien divertido, ya con esta mecánica, no se nota perezoso, no decepciona, pero claro, para aquellos que busquen un poco más está la alternativa de 160 caballos, el 2.0 también atmosférico que no supone un