¿Te has preguntado alguna vez qué pasa luego con el coche que vendiste? ¿Lo vuelves a ver por tu ciudad? ¿Lo cuidan o está hecho polvo? Personalmente, volví a ver mi ex Alfa Romeo 156 unos años después y daba pena como lo habían dejado. Pero eso no es nada en comparación con lo que ocurrió a Mark Oberholtzer, un fontanero texano. En 2012, Mark vendió su Ford F-250 a un concesionario Ford de Houston. Un año después volvió a ver su pick-up en la CNN. ¡En Siria! ¡En manos de Daesh y disparando un cañón antiaéreo! No se podía equivocar, en la puerta todavía estaban los vinilos con el nombre de su empresa y su número de teléfono. ¿Cómo terminó su coche en manos de estos señores de la guerra? ¿Y cómo es posible que Daesh siempre use pick-ups más o menos recientes? Chechen Jaish al Muhajireen wal Ansar using plumbing truck against regime in #Aleppo pic.twitter.com/QQwJuIfV7F— Caleb Weiss (@Weissenberg7) diciembre 15, 2014 Tras la aparición estelar de su ex pick-up en televisión, Mark recibió unas mil llamadas al día durante varios días en la que sus compatriotas le hacían saber lo que pensaban de él. Frente a esta situación, Mark interpuso el pasado 9 de diciembre una demanda al concesionario Ford Auto Nation por el perjuicio que le causó al no retirar Auto Nation los vinilos. El tema de los vinilos es irrelevante. La verdadera cuestión es cómo llegó su coche hasta allí. Desde el concesionario aseguraron al Huffington Post que no tienen nada que ver con la venta del coche a Daesh, pues lo vendieron tal cual a una central de compras. Just because some questioned if the original photo is real. There are other photos of the truck… pic.twitter.com/l1W62K8u6O— Caleb
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El podcast
Únete a Naomi Ellis mientras se adentra en las vidas extraordinarias que dieron forma a la historia. Su calidez y perspicacia convierten biografías complejas en historias identificables que inspiran y educan.
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