Sabíamos que ocurriría, Porsche ya lo anunció. Y aquí está. Llega el nuevo Porsche 718 Boxster, una nueva edición del pequeño deportivo descapotable de motor central que modifica su nombre por una buena razón. Estrena estética y chasis, pero estrena también corazón. Dice adiós a las mecánicas atmosféricas de 6 cilindros y da la bienvenida definitiva al turbo y al motor bóxer de 4 cilindros.
Porsche se ha puesto muy en serio a cambiar y modificar su actual gama, pasando sus deportivos al turbo. Ya ocurría hace unos meses con el Porsche 911, pero ahora le llega el turno al Boxster. También ocurrirá con el Cayman más pronto que tarde. Recordamos que ahora la coletilla de Boxster y Cayman se referirá al tipo de carrocería. Ambos reciben la denominación 718 en honor a los deportivos ligeros de Porsche con motor de cuatro cilindros.
Su aspecto cambia de una manera extraña. Hay pocas novedades, pero son evidentes. El frontal estrena unas nuevas ópticas, a la vez que el paragolpes es también de nueva factura. La mayor impresión nos la llevamos desde la vista trasera, donde apreciamos unos nuevos pilotos y pequeños detalles. El hecho de alimentar la mecánica con turbocompresor ha hecho que las tomas de aire laterales ganen tamaño. El alerón trasero es ahora fijo y las salidas de escape le delatan: una salida para el normal y doble salida para el S.
El interior es más sutil y, además de pequeños detalles, se carga de nuevo equipamiento. Por ejemplo, aparece en el volante el nuevo selector circular de modos de conducción que estrenara el superdeportivo 918 Spyder y posteriormente el 911. Hay también un nuevo cuadro de mandos, más personalización y un nuevo equipo multimedia.
El Porsche 718 Boxster estrena mecánica turbo de 4 cilindros. A pesar de ser más pequeño que su