El BMW Serie 7 es el modelo de representación de la marca alemana y es de esperar que también sea un modelo que equipe los motores más potentes y punteros de BMW. Tal vez por eso nos sorprenda un poco el último lanzamiento de BMW para mercados como China y Turquía, con el BMW 730i que utiliza un motor turbo de 2.0 litros de origen MINI. Con el fin de reducir el precio de acceso y pagar menos impuestos, esta mecánica aparentemente modesta llega a la gama de la gran berlina.
El motor del BMW 730i tiene 1998cc de cilindrada con un diámetro de 82 mm por cilindro y una carrera de 94,6 mm. Eso deja al descubierto que el motor 2.0 turbo corresponde a la familia B48, que es empleada por el MINI Cooper JCW o el BMW 225i, entre otros modelos. Es la primera vez que un Serie 7 tiene motores de menos de seis cilindros.
Aunque en un primer momento un motor 2.0 turbo pueda antojarse escaso para una berlina como el BMW Serie 7, lo cierto es que los datos demuestran que es más que suficiente. Los 258 caballos y 400 Nm de par entre las 1.550 y 4.400 vueltas de este pequeño motor de gasolina permiten junto a la caja de cambios automática de 8 velocidades un 0-100 km/h de 6,2 segundos. La variante de batallar larga 730Li necesita una décima más, aunque ambas carrocerías alcanzan los 250 km/h de velocidad máxima autolimitada.
El consumo medio homologado es de sólo 5,7 litros a los 100 kilómetros, con unas emisiones de CO2 de 133 gramos por kilómetro. Aún se desconoce si esta pequeña motorización también llegará a Europa Occidental, pero de hacerlo podría ser muy interesante para hacer del Serie 7 un coche más económico e igualmente prestacional.
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