El desastre de Chernobyl conmocionó al mundo en el ya lejano año 1986. Aunque algunos no habíamos nacido, preguntad a aquellos que lo vivieron y tendrán vivencias muy marcadas del desastre. La radiación que se propagó por la zona causó todo tipo de problemas de salud y alcanzó a toda Europa, propagada por la atmósfera. Las labores de limpieza se cobraron cientos de vidas – los famosos liquidadores – y dejaron cientos de vehículos irradiados. Ahora, esos vehículos han desaparecido de forma un tanto misteriosa. ¿Qué ha pasado?
El cementerio de vehículos de Chernobyl estaba compuesto por unas 1.350 máquinas radiactivas.
Tras el escape radiactivo, se construyó un muro de contención, un sarcófago de hormigón para los restos del desgraciadamente famoso reactor número 4 de la central nuclear. Esta construcción no comenzó hasta que los restos de combustible nuclear no dejaron de arder y la situación no estuvo bajo control. Hay vídeos escalofriantes de estas operaciones, filmados desde un helicóptero. Varios equipos llegaron a adentrarse a apenas metros de la fuga, sacrificando sus vidas en el proceso. La radiación mataba en cuestión de minutos.
El problema de la radiación es que es invisible, pero es extremadamente duradera y tarda miles de años en desaparecer de forma natural. Los vehículos expuestos a estas labores quedaron completamente irradiados, y fueron estacionados en la zona de exclusión de Chernobyl, un área de unos 30 kilómetros cuadrados en torno a la central nuclear, que incluye la ciudad fantasma de Pripyat. Se estima que unos 1.350 vehículos fueron allí abandonados: ambulancias, vehículos de construcción, helicópteros, blindados, coches.
Por desgracia, todos han desaparecido, y se cree que han sido vendidos como chatarra.
Un abandono regulado, en un campo vigilado. Esos vehículos no podían ser convertidos en chatarra o usados de nuevo, eran un grave peligro para la salud humana.