Los pick-up son vehículos de gran éxito en América, ya sea como vehículos de trabajo o como turismos. En Europa la mentalidad es diferente y las pick-up generalmente se destinan al trabajo, aunque todos los modelos tienen versiones turismo, muy equipadas, que pueden suplir las necesidades de muchas personas que necesitan capacidad de carga sin renunciar a una serie de elementos de confort y prestaciones de turismo.
La primera pick-up todoterreno del Grupo Volkswagen fue el Volkswagen Amarok lanzado en 2010. Esta camioneta ha sido la que hemos querido probar en la sección de pruebas de ActualidadMotor para comprobar lo que es capaz de ofrecer Volkswagen en un segmento en el que modelos como el Toyota Hilux, el Mitsubishi L200 o el Isuzu D-Max tienen mucha más tradición. Hemos conducido el Volkswagen Amarok Highline con motor 2.0 TDI BiTurbo de 180 CV, asociado a tracción permanente 4Motion y cambio automático Tiptronic de 8 velocidades.
Un tipo duro que se hace respetar
Todas las versiones turismo del Volkswagen Amarok tienen una carrocería de doble cabina y cuatro puertas. Sus dimensiones exteriores son de 5,25 metros de largo, 1,95 metros de ancho y 1,83 metros de alto. La caja de carga con esta carrocería de doble cabina tiene unas dimensiones de 1,55 metros de largo, con una anchura de entre 1,22 y 1,62 metros mientra que la altura es de poco más de medio metro.
Como cualquier otro pick-up, la apariencia del Volkswagen Amarok es de tipo duro. Muestra un aspecto robusto dadas sus formas cuadradas y su gran tamaño, además de que nuestra unidad de prensa en color negro cuenta con unas estriberas de aluminio y una tapa para la caja de carga de aluminio que le confieren un aspecto mucho más llamativo.
El aspecto frontal del Volkswagen Amarok deja ya ver los años del modelo