Hace 25 años, la situación de Skoda era parecida a la de SEAT, 5 años antes. Ambas marcas habían salido de un largo periodo de propiedad estatal, y en el caso de Skoda, una traumática entrada en el automovilismo capitalista. El Grupo Volkswagen supo ver el potencial de estas dos marcas, aunque en este artículo nos centraremos en el caso de Skoda. El 28 de marzo de 1991 se firmaba el contrato que adheriría la marca checa a la órbita del Grupo Volkswagen, consumándose apenas tres semanas después. Mucho ha cambiado en Skoda desde entonces.
Skoda vende más de un millón de coches al año. Ha doblado sus ventas anuales desde el año 2005, y las ha multiplicado por siete desde 1991.
Skoda era de propiedad estatal en 1991. El acuerdo con el Grupo Volkswagen comenzó como una joint-venture, adquiriendo el consorcio alemán el 30% de las acciones de Skoda en un primer momento, y siendo ya de propiedad privada mayoritaria a mediados de los años 90. Mucho ha cambiado en Skoda desde entonces, y la foto que preside este artículo lo demuestra: el Skoda Favorit era lo más avanzado que la marca fabricaba en 1991, y el Superb es lo más avanzado de la marca hoy en día. Esto es lo que hacen 25 años de evolución.
Con todo, el Favorit era un coche muy avanzado para la marca por aquél entonces. Era un coche de tracción delantera y motor delantero transversal, en una época en la que los checos aún fabricaban sus anticuadas berlinas de motor trasero. El Skoda Favorit se transformaría en el Skoda Felicia, y estaría a la venta una década más, ya equipado con motores de origen Volkswagen durante sus últimos años. Mientras tanto, la inyección de capital de Volkswagen y la modernización de la marca continuaba a