No es fácil conquistar el segmento A. Os hablo de ser popular entre los Fiat 500, Renault Twingo, Citroën C1 y compañía. No solo hay que ser apto para todo tipo de tareas urbanas, también se necesita una buena dosis de atractivo que consiga conquistar al público joven, cliente mayoritario en este nicho. En su segunda generación el Toyota Aygo se transforma, tanto por dentro como por fuera, y se propone golpear a la competencia donde más le duele. Nosotros no hemos querido perder la oportunidad de conducirlo, así que si estáis pensando en un coche con capacidades urbanas o si simplemente queréis conocer a fondo al japonés, no se os ocurra perderos la prueba del Toyota Aygo 1.0 69 CV x-clusiv.
Para que no andéis perdidos desde el principio vamos a posicionar al pequeño nipón. El Aygo abre la gama Toyota, situándose un puesto por debajo del Yaris, conocido urbano de la marca japonesa. Uno de sus mayores reclamos es el precio, que baja de los 10.000 euros. Aunque esta cantidad no destaca si la comparamos con la que se pide por su hermano mayor. Tras poco menos de una década en el mercado se renueva con la llegada de una segunda generación, una nueva edición que rompe moldes. Nuevo diseño, mejor comportamiento y más tecnología anuncia la compañía para su rejuvenecido modelo que ha visto la luz junto con sus hermanos los Citroën C1 y Peugeot 108. Pero, ¿cuáles son las claves del nuevo Toyota Aygo?
Diseño exterior atrevido
Sin duda la primera salta a la vista. Y es que el apartado estético cambia radicalmente. Los diseñadores han completado un coche que es muy “resultón”, que roba miradas por el arriesgado diseño y que no pasa desapercibido ni en una fiesta de disfraces. Los faros delanteros son más pequeño y perfilados y los traseros pasan de tener unas formas redondas y horizontales para enseñarnos