Sleeper: dícese de un deportivo oculto tras una apariencia modesta. En España a eso lo llamaríamos un lobo con piel de cordero. Y existen pocas definiciones que esa para hablar de este Volkswagen Golf, que bajo el capó esconde nada más y nada menos que 740 CV de potencia. La última joya de Maranello, el Ferrari 488 GTB, solo (sic) tiene 670 CV de potencia. Está claro por qué Volkswagen jamás vendería un Volkswagen Golf así: porque es innecesario, porque no tendría ningún encaje comercial, porque costaría un dineral, porque sería difícil ofrecer unas mínimas garantías de fiabilidad y seguridad. Y aún así nos encanta.
El Volkswagen Golf Mk2 de 1.233 CV que merendaba Bugatti Veyron a pares
Esta preparación tan descabellada ha pasado estos días por las manos de Matt Farah, de Drive, que nos ofrece sus impresiones en este vídeo de 10 minutos que bien merece la pena ver.
Para alcanzar esos 740 CV de potencia, y como ya te habrás imaginado, este Volkswagen Golf necesita algo más que un cuatro cilindros. Bajo el capó esconde un motor V6 de 3.6 litros, o para ser más específicos, un motor de uve estrecha, el famoso VR6 de Volksawgen, cuyo rendimiento se ha mejorado con un doble turbo. Este motor también cuenta con un cambio automático deportivo, un S Tronic que algún día perteneció a un Audi TT-RS.
Pero la pregunta del millón es la siguiente, ¿este Volkswagen Golf de 740 CV se deja conducir?
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No deja de sorprendernos esa obsesión de muchos preparadores por llevar hasta estos niveles las prestaciones de un Volkswagen Golf, especialmente cuando existen bases mucho mejores para hacer preparaciones muy locas, V8 americanos, coupés atmosféricos japoneses…
Pero no es la primera, ni mucho me temo la última vez que veamos algo así, como aquel