Hoy en día un motor diésel V12 te puede parecer una barbaridad, pero esa impresión no es muy diferente de la que ya tuvimos en 2007, cuando Audi nos presentó un proyecto tan descabellado como el del Audi Q7 V12 TDI con 500 CV de potencia y 1.000 Nm de par máximo. Se dice rápido. Para entender por qué en Ingolstadt tuvieron el atrevimiento de lanzar un Audi Q7 con un motor diésel de doce cilindros, que para más inri había sido creado a la medida del mercado estadounidense, hemos de situarnos muy bien en el contexto de aquellos años. Esta historia viene a cuento en un momento en el que también hemos asistido a la presentación de un Q7 diésel y deportivo muy especial, el Audi SQ7 TDI 2016. ¿Pero por qué lanzó Audi un diésel de doce cilindros y tecnología de un campeón en las 24 Horas de Le Mans?
Las dos razones por las que Audi creó un Q7 V12 TDI son Le Mans y Estados Unidos, pero ni el motor era el mismo que el utilizado en Le Mans, ni se comercializaría en Estados Unidos.
Audi había hecho campeón al diésel en resistencia, y no en una carrera cualquiera, sino en la más importante de todas, en las 24 Horas de Le Mans. Audi se había anotado una importante victoria en una carrera que sus diésel han dominado con autoridad desde que el Audi R10 TDI hiciera lo propio en 2006. Audi también había apostado con fuerza por el diésel en Estados Unidos, un hecho que ya conocerás en estos días en los que el caso del fraude de los TDI aún sigue presente.
18 años después del nacimiento del TDI de Audi, en Ingolstadt habían tenido la brillante idea – o no tanto – de lanzar un SUV