Anoche os contábamos que ya ha llegado un nuevo Porsche 718 Cayman. El Salón de Pekín ha sido el lugar escogido para que el pequeño y divertidísimo deportivo de Stuttgart haga su debut de forma oficial para rematar la familia 718 junto a su primo, el Boxster que ya hemos probado.
La denominación 718 recupera los laureles conseguidos por el modelo homónimo de 1958 ganador de la Targa Florio y Le Mans, que también equipaba un motor de cuatro cilindros. Más potencia, una presencia reforzada y mejores cualidades dinámicas para una versión de acceso magnífica a la gama Porsche.
Una denominación histórica para un deportivo moderno
Los ingenieros alemanes han hecho un gran trabajo con el consumo para conseguir homologar entre 5,7 y 8,1 litros a los 100 km
El nuevo corazón que impulsa al Cayman en esta ocasión es el mismo que monta su pariente sin techo, el cuatro cilindros bóxer de dos litros y 300 caballos y 380 Nm de par motor. 25 caballos y 90 Nm más que la generación saliente. Un paso más allá, el Cayman S sube hasta los 2.5 litros de cubicaje e incorpora un turbocompresor con turbina de geometría variable (herencia 911) que le permite alcanzar los 350 caballos de potencia y 420 Nm.
Una nueva hornada de motores fabricados desde cero que además de hacer hacernos disfrutar en conducción deportiva, son capaces de homologar según el ciclo NDEC consumos entre 5,7 y 8,1 litros a los 100.
Un lagarto con músculo
Si los enfrentamos al 0-100 km/h cronómetro en mano y equipados con la transmisión PDK y el paquete Sport Chrono, son capaces de parar la aguja en 4,7 segundos para el Cayman y 4,2 segundos para el Cayman S. La velocidad máxima es de 275 y 285 km/ respectivamente.
Exteriormente gana presencia