Combinar la lectura de señales de tráfico con el control de crucero activo. Eso hace Ford para combatir las multas de tráfico en lo que se conoce como Limitador de Velocidad Inteligente. El 95 % de los compradores de S-MAX y Galaxy ya adquieren sus vehículos con este sistema, y el Ford Edge lo incorporará próximamente.
Todo, en un contexto de proliferación de radares del control de la velocidad. Según explica Ford, tanto Francia como Reino Unido están por la labor de incrementar los controles, tanto de forma puntual como en tramos. Y estos días la Red Europea de Policía de Tráfico está reforzando los controles de velocidad en 27 países europeos.
Detección de límites y aplicación automática
El funcionamiento del Limitador de Velocidad Inteligente se basa en la velocidad que designa el conductor, como en cualquier control de crucero, y la combina con el cumplimiento de las señales de tráfico. Este último aspecto queda a merced de dos tipos de entrada de datos:
Las imágenes de señales que capta la cámara instalada en el parabrisas.
El uso de datos de los mapas en los coches que cuentan con navegador.
A partir de aquí, la idea es tan sencilla como forzar que la velocidad máxima que pueda alcanzar el vehículo cuadre con la velocidad máxima establecida para cada tramo de la carretera. Así de simple. No parece que sea igual de sencillo, sin embargo, considerar los márgenes legales de 20 km/h que se permiten en España a conductores de turismos y motos, para adelantar en carreteras convencionales y vías para automóviles, cuando la velocidad establecida para un tramo coincide con la máxima genérica establecida para esa vía, y cuando el vehículo al que se adelanta no se encuentra circulando ya a la velocidad máxima genérica.
Aparentemente, el punto crítico del Limitador de Velocidad