Hay días en los que una convocatoria de medios te hace retroceder tanto en el tiempo que ni te reconoces cuando te miras en el espejo. Te ves a ti mismo, de nuevo, en pantalón corto y con las rodillas hechas un asco, comiendo pan con chocolate una tarde de verano. Feliz de la vida.
Así que, sí, esta no va a ser la crónica al uso de una presentación al uso, porque esta convocatoria no trataba de una presentación al uso, sino de conocer, de primera mano, siete generaciones Mercedes-Benz, tanto en el circuito de pruebas de Sindelfingen como en carretera abierta. Todo, organizado por el Mercedes-Benz Museum de Stuttgart.
Bienvenido al mejor viaje hacia el pasado jamás vivido por el que esto escribe. Pasa y acomódate.
La evolución de Mercedes-Benz, resumida en siete generaciones de Clase Executive
Abrí la agenda del evento, y una de las páginas llamó mi atención:
Algunas de esas denominaciones del recuadro hablaban por sí solas, otras eran un misterio para mí: W 136, W 120, W 110, W 114, W 123, W 124, W 213. Se trataba de siete visiones consolidadas alrededor del concepto que representa el Mercedes-Benz Clase E, la clase Executive, un sedán aspiracional para la clase media-alta que te hace sentir el significado del lujo.
Estaban ahí, enumeradas en la pantalla, una tras otra, y estarían allí, en la sede de Sindelfingen, esperándome. Cambié de página y me encontré con un cuadro que detallaba los modelos que podría ver y tocar:
Por encima de todo, una fotografía centró mi mirada de forma poderosa, mientras afloraba mi niñez de manera gradual. Leí el pie:
180 a Ponton Limousine (W 120, 1958)
Production: 1953 – 1962
Oh.
Mein.
Gott.
Releí: «Cars you will drive». Ya no había ninguna duda. Si no lo has hecho ya, deberías leer este artículo