Hace poco más de diez días supimos sobre un nuevo producto de Jaguar, específico para el mercado chino. Como es habitual, se trata de una versión de batalla larga de una de sus berlinas -en China triunfan los grandes sedanes-, el Jaguar XF L. Mide 14 centímetros más que el modelo convencional para permitir un mayor espacio en la parte trasera del habitáculo y llega a finales de año, aunque ya se ha presentado en el Salón de Pekín.
Este aumento en la distancia entre ejes supone que los ocupantes traseros de este XF L tiene ahora 15,7 centímetros más de espacio disponible para las piernas. El diseño exterior apenas varía, más allá de las nuevas proporciones, pero por dentro sí que se añaden un sistema de infoentretenimiento de última hornada (InControl Touch Pro) con pantalla táctil de 10,2 pulgadas, panel de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y navegación 3D.
Los pasajeros de la parte trasera del habitáculo también tienen ahora dos pantallas de 8 pulgadas cada una, así como auriculares sin cables y mesitas plegables, tipo avión, para hacer de la trasera una oficina sobre ruedas. A esto hay que sumar cortinillas de privacidad, climatizador con ionizador del aire, un sistema de sonido Meridian Surround de 825 vatios de potencia y función masaje en los asientos, que además están calefactados, ventilados y tienen ajuste lumbar.
Eso sí, el aumento de las dimensiones y todo el equipamiento extra supone que el XF L, que recordemos es el primer Jaguar fabricado en China, tenga un sobrepeso de 200 kilogramos con respecto al XF normal. En cualquier caso, la oferta de motorizaciones en China incluye tres motores de gasolina, todos ellos junto a tracción total de serie, y un cambio automático de ocho velocidades firmado por