Si en algo parece haber unanimidad en estos momentos en la Fórmula 1 es en la necesidad de plantear una nueva normativa que desbloquee la situación actual, en la que todos consideran que falta acción. A pesar de que todo parecía indicar que esta semana tendríamos ya una resolución en forma de nueva normativa, una vez más la cosa se alarga para que todas las personas que tienen opción a voto, puedan expresar su opinión.
Entre las propuestas que están sobre la mesa, destaca la intención de aumentar la potencia de los monoplazas y la cantidad de combustible del que disponen en carrera, para dar rienda suelta a los pilotos. Una vez más se espera que las propuestas aumenten la emoción y atraiga tanto a los espectadores desencantados en los últimos años, como a personas que se enganchen por primera vez.
«Reunidos a la mesa el Grupo de Estrategia de la Comisión de la F1 en Biggin Hill…» Un inicio prometedor para una reunión que no tuvo el resultado esperado. El martes de esta semana se iban a aprobar las regulaciones técnicas para la próxima temporada de Fórmula 1, pero no ha podido ser.
Desde hace un tiempo las decisiones importantes de la categoría deben ser aprobadas por este organismo formado por FOM- empresa gestora de los derechos de la F1-, Federación Internacional de Automovilismo (FIA), equipos, patrocinadores y promotores. Poner de acuerdo a tantas personas con intereses dispares no resulta sencillo y más en este tipo de cuestiones.
Entre las cuestiones a tratar, hacer monoplazas más rápidos y con menos restricciones. Las normativas aprobadas en los últimos diez años han terminado por limitar a los pilotos, que tienen que estar más pendientes del desgaste de neumáticos y del consumo de combustible, que de dar lo máximo