Hoy, los empleados de la planta británica de MINI en Oxford recuerdan el 26 de abril de 2001. Hace exactamente 15 años empezaba una nueva era en la sede de producción de Oxford, que ya entonces tenía una gran tradición. Esa es la fecha en que el primer MINI que se fabricó desde el relanzamiento de la marca salía de la cadena de producción: un MINI Cooper en Rojo Chili con línea de contraste blanca en el techo y en los retrovisores exteriores. Tanto para la sede como para la marca, empezaba una historia de éxito única cuando el primer coche pequeño del segmento Premium salía de la cadena. Desde 2001, más de 2,5 millones de vehículos MINI se han fabricado en Oxford y se han vendido en más de 110 países de todo el mundo.
Hoy en día, la planta de MINI se encuentra entre las sedes de fabricación de automóviles más avanzadas del mundo. La cifra de empleados ha subido de los 2,400 del principio, a los actuales 4.500. La plantilla monta aproximadamente 1.000 vehículos por día en tres turnos. Una de las características especiales de esta sede de producción es un grado de flexibilidad excepcional. Actualmente se fabrican cuatro modelos en Oxford. Cada coche se construye de forma precisa según los deseos del cliente, basado en la típica y amplia selección de MINI en cuanto a equipamiento opcional, pintura, colores del interior y variantes de acabado. La última generación de los modelos deportivos John Cooper Works también son “made in Oxford”. “Fabricar 1.000 automóviles Premium con configuración individual cada día es un gran reto que nuestros empleados cumplen gracias a su excepcional nivel de pasión y habilidad”, comenta el responsable de la planta, Frank Bachmann.
100 años fabricando coches
La historia de la producción automovilística de Oxford se remonta a