En el año 2013 llegó al mercado el Citroën C4 Picasso de segunda generación, uno de los modelos más exitosos del fabricante francés. Poco después le siguió su hermano de siete plazas, el Citroën Grand C4 Picasso. Ahora estos dos modelos afrontarán lo que queda de 2016 y su segunda mitad del ciclo de vida con un restyling que trae cambios estéticos, de equipamiento y mecánicos para que estos modelos sigan siendo atractivos ante la competencia y liderando el mercado de los monovolúmenes.
Lo primero que se percibe son los cambios en el exterior de los Citroën C4 Picasso y Grand C4 Picasso 2016. En el frontal ahora los dos modelos comparten el mismo frontal (antes había ligeras diferencias). Adoptan unos faros más estilizados y un paragolpes de nueva factura que incorpora unos detalles cromados alrededor de los antinieblas y una parrilla ahora dividida en dos partes, unas entre los faros principales y otra entre los faros antiniebla. El logotipo de los chevrones extiende ahora sus brazos hasta las luces LED diurnas.
En la zaga los cambios son más discretos, estrenando un nuevo diseño interno para los pilotos 3D de las versiones más sencillas, mientras que las más altas de gama conservan la iluminación 3D LED. Los chevrones se actualizan, pasándose al color negro con cromados alrededor. También hay nuevos diseños en llantas de aleación de 17?. A la paleta de colores se suma un nuevo tono azul, un gris y un blanco arenoso.
La personalización del exterior es otro de los argumentos para el nuevo Citroën C4 Picasso 2016. El modelo más pequeño puede tener el techo en contraste de color negro, junto a las carcasas de los retrovisores. También el Grand C4 Picasso ofrece ahora los arcos de techo en color plateado, más claro que antes. Estas dos opciones permiten añadir