Este próximo fin de semana llega una de las carreras de coches más duras, espectaculares y difíciles del mundo, las 24 Horas de Nürburgring. 160 coches pilotados por 640 valientes pilotos se enfrentarán desde el sábado a las 15:30 horas hasta el domingo a las 15:30 horas a la que posiblemente sea la carrera más loca de cuantas se disputan hoy en día sobre cuatro ruedas.
¿El motivo? Pues no es otro que el trazado, ya que las 24 Horas de Nürburgring se disputan en un trazado que combina el circuito de Gran Premio con el mítico Nordschleife, hasta confeccionar un trazado en el que cada vuelta mide 25,37 kilómetros. En él coches y pilotos se tendrán que enfrentar al una sucesión de curvas de todo tipo, subidas y bajadas, curvas peraltadas, contraperaltadas que le convierten en el trazado más desafiante del mundo. Por si esto no fuese suficiente, se espera lluvia en la edición de este año.
El año pasado pude escaparme al Nürburgring Nordschleife a cumplir uno de mis sueños, rodar en el trazado alemán al que todo el mundo sueña con ir y después de vivir aquella experiencia inolvidable (parte 1, parte 2 y parte 3), no he podido dejar de pensar en cómo sería una carrera de 24 Horas de Nürburgring.
Así pues, apenas 7 meses después de aquella primera visita al Infierno Verde, ya tengo la maleta preparada para asistir a la carrera de este año, que como cada edición desde que comenzó a disputarse en el año 1970 despertará el interés de miles aficionados al deporte del motor. Este año se espera que acudan unas 200.000 personas. No está mal, ¿verdad?
Después de haber asistido a las 24 Horas de Daytona y a las 24 Horas de Le Mans en varias ocasiones, tengo curiosidad por