¿Te imaginas un agente de policía que conduzca un Nissan Skyline GT-R con un toque tuning, al más puro estilo The Fast and The Furious? Pues se llama Matt y trabaja en el departamento de policía de la ciudad de Denver, en Colorado, Estados Unidos, aunque desde los trece años ha sido un loco de los coches y se ha dedicado a crear sus propios juguetes, empezando por los muscle car.
Tras su regreso de Afganistán en 2011, Matt quiso comprar un Nissan GT-R de segunda mano (2009), pero los precios no bajaron lo suficiente, por lo que decidió echar un ojo a los Nissan Skyline GT-R R32 de 1989, cuya importación estaba a punto de legalizarse. De hecho, Matt asegura que su GT-R fue el primero en entrar en territorio estadounidense, cruzando la frontera canadiense.
Lo mejor de todo es que nuestro amigo utiliza el coche a diario -salvo cuando hay mucha nieve, que saca a pasear su Jeep- y afirma que la gente alucina con el coche. Le siguen, le preguntan, y se sorprenden cuando descubren que es un policía. «Eres policía y conduces un GT-R. Es increíble». Parte de la locura que desata es que la gente no sabe realmente qué coche es, puesto que siendo un R32 lleva un kit de carrocería y llantas de R34, por lo que confunde a todo el mundo.
En cualquier caso, te lo cuenta él mismo en el siguiente vídeo.
Vídeo | Youtube
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