Con los Porsche 718 Cayman y 718 Boxster, se completaba la revolución en la marca de Stuttgart. Estos modelos introducían los motores bóxer turbo de cuatro cilindros 2.0 litros, acabando con los atmosféricos como había hecho anteriormente el 911. Hoy hablaremos del modelo de techo fijo, que acaba de comenzar a producirse en la fábrica de Zuffenhausen (Alemania), que tiene más de 75 años de historia.
La generación anterior de este modelo con motor central se fabricaba en las instalaciones de Volkswagen en Osnabrück, pero la marca ha decidido unificar la producción de sus deportivos de dos puertas en la sede central. Desde hoy, el 718 Cayman se unirá a su hermano con techo de lona, 718 Boxster, y al 911 en la línea de montaje. Además a partir de agosto se alcanzará una producción diaria de 240 unidades, superando las 220 actuales.
En 2015 Porsche vendía 22.663 unidades de Boxster y Cayman, aunque se espera que esta nueva generación con nomenclatura ‘718’ consiga aumentar esas cifras. Por lo menos han superado en muchos aspectos a sus predecesores. A la renovación estética del exterior y actualización de tecnología para el interior, se ha sumado la incorporación de los refinados motores turbo, con más potencia que antes.
Tanto coupé como roadster se beneficiarán de la misma gama de motores por primera vez. En la versión básica aparece el bóxer 2.0 con una potencia de 300 CV y 380 Nm de par. Para las variantes más deportivas con la letra ‘S’ en su nombre, se utiliza un bóxer de 2.5 litros que desarrolla 350 CV y 420 Nm de par.
El Porsche 718 Boxster llegó a los concesionarios el pasado mes de abril y este Porsche 718 Cayman llegará a finales de septiembre. El precio de partida es de 58.148 euros para la versión ‘normal’ y de 72.040