Ayer mismo asistía a la presentación nacional del nuevo Renault Talisman Sport Tourer. Se trata de la versión familiar del Renault Talisman, junto al Mégane, uno de los lanzamientos más importantes de Renault. En esta prueba hemos podido comprobar que la oferta de Renault es sólida, pero compite en un segmento agresivo y disputado, más de lo que parece. Su propuesta combina diseño, calidad y espacio, con un precio contenido y la obligada dote tecnológica. ¿De verdad es este un retorno triunfal a los grandes familiares?
¿Hay mercado para familiares en España?
El rompedor Renault 12 Break fue el primer familiar de la marca, allá por los lejanos años 60.
Según Carlos Izquierdo, responsable de comunicación de la marca nos cuenta, sí. Y de forma rotunda. Los vehículos que Renault denomina históricamente “break” suponen aproximadamente un 9% del mercado en España – sumando todos los segmentos. Y según las cifras aportadas por la marca, a este porcentaje apenas le ha afectado la crisis o la irrupción de los crossover. Un segmento resistente a las modas, poblado por particulares de poder adquisitivo superior a la media y con un peso del canal empresa de en torno al 60-70%.
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Es un segmento rentable, en definitiva. El Renault Talisman Sport Tourer juega en un nicho de mercado, el segmento D. Compite con rivales de peso como el Peugeot 508 SW, el Volkswagen Passat Variant y el Audi A4 Avant, tres instituciones a las que Renault considera sus competidores más cercanos. Renault ha estado ausente del segmento de forma efectiva desde hace unos años: el Renault Laguna Grand Tour fue un fracaso comercial, y hace dos años que siquiera se vende. Su objetivo es volver a ser un competidor relevante.
La tarea de Renault es titánica: recuperar el terreno perdido con