Y la clave será la autonomía. Desde 2010 está en el mercado el Nissan Leaf, hasta la fecha el vehículo eléctrico más exitoso del mundo. Casi 220.000 unidades han sido vendidas, superando con creces a los Tesla Model S, en segunda posición. El anuncio del Tesla Model 3 cambió las reglas del juego, y sus más de 350.000 reservas en apenas un mes han supuesto un enorme revulsivo – y reto – para Tesla Motors. Nissan no está dispuesta a tirar la toalla, y la segunda generación del Nissan Leaf le ayudará a mantener su trono.
El actual Nissan Leaf se ofrece con dos opciones de batería, una de ellas con 24 kWh y otra con 30 kWh de capacidad.
Cuando el Nissan Leaf fue lanzado al mercado, era un producto no demasiado maduro. Su autonomía era de 200 kilómetros, en condiciones idóneas. Era lo máximo que permitía su batería de iones de litio de 24 kWh de capacidad. Poco a poco Nissan fue mejorando sus acabados y aumentando su atractivo de cara al consumidor final. La lenta pero constante expansión de la red de estaciones públicas de recarga también ha ayudado considerablemente a Nissan. El año pasado, Nissan estrenaba un Leaf con una batería de 30 kWh de capacidad.
Ya la pudimos probar en Diariomotor, y sobre el papel, ha elevado su autonomía a 250 kilómetros. Las baterías siguen siendo el punto flaco de los eléctricos, junto a la disponibilidad de puntos de recarga. Una de las grandes ventajas competitivas de Tesla Motors han sido las enormes baterías de sus coches, con hasta 90 kWh de capacidad en los Tesla Model S y Model X tope de gama. La red Supercharger de recarga rápida también ha servido a muchos dueños para perder el miedo a los viajes por carretera, con breves altos