Por fin el Grupo Volkswagen ha llegado a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU. El objetivo es solucionar de una vez por todas los problemas causados por el fraude en las emisiones de NOx de casi medio millón de vehículos Volkswagen equipados con motores 2.0 TDI. Además de compensaciones millonarias que mi compañero David ya ha detallado en un artículo a fondo, la marca debe ofrecer la recompra a valor de mercado de dichos vehículos afectados. Lo que hará con ellos es lo que no os va a gustar.
Volkswagen aún no ha aportado una solución viable al problema de emisiones excesivas de NOx en los 2.0 TDI estadounidenses.
El acuerdo con el Departamento de Justicia explicita que los vehículos recomprados por la marca no podrán ser revendidos a no ser que sean reparados. Es decir, que su sistema de control de emisiones alcance una conformidad legal que no impida su correcto funcionamiento – a día de hoy, sigue sin haber una solución clara para los Volkswagen con motor 2.0 TDI afectados en EE.UU. De lo contrario, los vehículos deberán ser inutilizados, según el acuerdo explicita, mediante la eliminación de su unidad de control electrónico.
Para Volkswagen, la recompra de estos vehículos ya es realmente cara, por lo que dudo que en ningún momento se planteen su reparación. Una posible alternativa sería su exportación a un país con normas anticontaminación más laxas. No, el acuerdo tampoco lo permite sin un sistema anticontaminación de acuerdo a sus especificaciones originales. Ahora bien, los dueños que estén contentos con sus vehículos tienen la opción de seguir usándolos como hasta ahora, con el problema del enorme nivel de emisiones de sus motores.
Hasta medio millón de coches podrían terminar en el desguace, con sus propulsores inutilizados.
Si Volkswagen no encuentra una solución viable