Hace apenas unos días hemos conocido el lavado de cara del Renault Clio RS. Este lavado de cara es consecuencia de dos hechos: en primer lugar el lavado de cara general del Renault Clio, que se renueva ligeramente desde que fuera lanzado en 2012. En segundo lugar, la presentación en el GP de Mónaco del prototipo Renault Clio RS 16. De este ha heredado algunos detalles, como las interesantes luces LED delanteras en forma de bandera de cuadros. Pero hay algo que Renault sigue sin darle a su fantástico Clio RS.
Renault Clio RS: Prueba y comparativa de “Pequeños GTI”
Por supuesto que hablo de una caja de cambios manual. Estamos todos de acuerdo en que la caja de doble embrague del Clio RS tiene un funcionamiento más que correcto, y también estamos de acuerdo en que su uso es más efectivo tanto en circuito como en carreteras reviradas. Es un tema recurrente en Diariomotor, y le hemos dedicado no pocos artículos, hablando tanto de la evolución de las cajas de cambio como de sus implicaciones en cuanto a diversión al volante. Porque un utilitario deportivo debe ser necesariamente divertido.
No es un vehículo que se adquiera por motivos lógicos, por mucho que intentemos justificar su compra. Es un coche que se compra para divertirse al volante, para disfrutar de su dinámica en una carretera ratonera. Y por mucho que una caja de doble embrague y seis relaciones – como la que sigue ofreciendo el Renault Clio RS – nos permita ir más rápido, quizá lo único que queremos es divertirnos, no batir nuestros registros previos. Se mire como se mire, una caja de cambios manual sigue otorgándonos un control absoluto.
Actualmente, el Renault Clio RS es el único utilitario deportivo que no se ofrece con una caja de cambios manual.
Renault