Durante la última semana he estado probando el BMW más potente de la historia. Eso es mucho decir si tenemos en cuenta que la firma muniquesa ha fabricado durante sus más de 100 años de historia algunos de los coches deportivos y modelos de altas prestaciones más bestias del mercado.
El BMW M6 Competition Package, con 600 caballos de potencia, es sin duda una de las máquinas más brutales, adictivas, atractivas y excitantes de cuantas he conducido en mi vida, y eso que durante los últimos 18 años he tenido la suerte de probar unos cuantos supercoches. ¿Te atreves a montar nosotros en este juguete de 600 caballos al eje trasero?
Sí, porque lo primero que debemos saber es que este coche tiene 40 caballos más de potencia respecto a un BMW M6 de serie, algo más de par motor, una puesta a punto más deportiva y algunos detalles específicos como esas preciosas llantas de 20 pulgadas que tan bien le sientan en combinación con el color blanco mate que lucía la carrocería de esta unidad de pruebas. Algunos recordaréis que existió un primer Competition Package con 575 caballos, pero no parecían suficientes para ganar la batalla a los Audi RS Performance en los tramos de autobahn sin límite de velocidad.
Despertando al felino
El motor V8 4.4 TwinTurbo cobra vida pulsando el botón de arranque, situado en el salpicadero rodeado de una lámina de fibra de carbono que decora el interior de un lado a otro. Nada más ponerlo en marcha, el sonido ya denota un grado de intensidad mayor que el de un M6 Coupé normal.
La diminuta palanca selectora, también rodeada de fibra de carbono y aluminio, permite meter directa empujándola hacia la derecha, y es posible que esa sea la única vez que la toques, porque después no