El Tesla Roadster fue el primer producto de Tesla Motors. Recuerdo la prueba de un Tesla Roadster Sport 2.5 hace unos años, mi primer eléctrico de altas prestaciones. Si algo me sorprendió fue la tremenda aceleración instantánea, así como una autonomía que entonces ya era más que decente: al menos 340 km de carga. Fue posible una gran excursión por la sierra madrileña, sin ansiedad alguna por su reserva de carga. Aunque el Tesla Roadster ya no se fabrica, Tesla no se ha olvidado de sus fieles propietarios y continúa lanzando mejoras.
El Tesla Roadster estaba basado en la plataforma del Lotus Elise, y estaba construido casi artesanalmente en California.
Tesla Motors anunciaba hace unos pocos días la posibilidad de equipar una batería de mayor capacidad, sólo disponible para los dueños de un Roadster 3.0, la última versión fabricada del descapotable eléctrico. Hasta el momento, los Tesla Roadster 3.0 disponían de una batería de unos 60 kWh de capacidad. La batería que Tesla ofrece ahora por un precio de nada menos que 29.000 dólares tiene una capacidad de casi 80 kWh. De forma prácticamente oficial, se denomina a los descapotables actualizados Tesla Roadster R80.
La naturaleza artesanal de la batería del Tesla Roadster eleva su precio enormemente. Recordemos que estas baterías, conocidas como Tesla Energy Storage, están compuestas por la friolera de 6.831 celdas cilíndricas, del tipo 18650, adquiridas en masa a los japoneses de Panasonic. El coste por kWh es muy superior al de un Tesla Model S debido a su bajísimo volumen de producción. Tesla usa equipamiento antiguo para la adaptación de estas baterías a los Roadster, y sólo tienen capacidad para cinco conversiones diarias.
El fabricante admite depósitos de 5.000 dólares para los dueños de un Tesla Roadster 3.0 que quieran convertirlo en un R80. Sobre el papel, la