El año pasado se celebró la primera edición del Spain Classic Raid, un raid de regularidad para coches clásicos que recorre España de Barcelona a Sevilla por caminos de tierra. Son 2.000 kilómetros de aventura, polvo, barro y diversión al volante de coches con, al menos, 25 años.
Me hicieron una oferta más que tentadora para correrla, pero mi situación laboral y económica me impidió siquiera planteármelo seriamente. Me quedé con las ganas porque ¿qué mejor que unir la diversión que ofrece la tierra y la pasión por los coches antiguos? A finales de 2015 vi el hueco y tomé la decisión, “voy a correr el Spain Classic Raid”.
Y es que me encantan los llamados clásicos populares, esos coches que en los 70, 80 y hasta en los años 90 poblaban las calles y carreteras españolas. Esto atiende a motivos claramente sentimentales, aunque también hay un poco de deformación profesional. Y es que los coches modernos son una maravilla, son muy seguros, rápidos y eficientes, pero han perdido personalidad.
No sé qué edad tienes, pero si naciste en los 70 u 80 seguro que no te extrañará eso de reconocer los coches sin verlos, sólo por el sonido de su motor. Es más, en esa época hasta había olores característicos dentro de cada marca. Si no has olfateado los gases de escape de un Renault o el interior de un SEAT de los años 70, no sabes de qué te estoy hablando.
Pues imagina lo que tiene que ser estar dentro de un raid con otros cien coches de esas décadas, todo un show que estoy dispuesto a vivir en primera persona y contaros desde el principio, desde diciembre de 2015, el momento en el que tomé la firme decisión de probar eso de los raids de clásicos.
En busca de un buen