El fabricante sueco Volvo es un claro ejemplo de cómo una marca pequeña puede fabricar grandes coches. Como todos sabemos los coches que Volvo ha fabricado a lo largo de sus 89 años de historia son especiales. Especiales porque se han vestido con un diseño muy sobrio, una gran funcionalidad interior y una de sus principales características, la seguridad que la firma imprime a todos y cada uno de sus coches.
Uno de estos modelos especiales es el Volvo Amazon. Este modelo fue el segundo que lanzaba la casa sueca al mercado tras la última gran guerra. Se presentó por primera vez al público en septiembre de 1956, primero con forma de berlina tradicional y posteriormente en formato familiar. Tomaba su nombre de las guerras de la mitología griega, sin embargo, finalmente la marca cambió su nombre por el de Volvo 122.
El motivo por el que Volvo tuvo que cambiar el nombre a su nueva berlina fue el siguiente. Por aquellos años, Kreidler, un fabricante alemán de ciclomotores y motocicletas, presentó un nuevo ciclomotor, el Amazone y por el conflicto que se podía originar a la hora de comercializar los productos y la confusión con las marcas, Volvo decidió retirar su nombre y sustituirlo por el anteriormente citado.
Cuando el modelo entró en producción, la marca ya había presentado las dos variantes de carrocería con las que se vendió, la berlina con cuatro puertas (Volvo 122) y la más versátil station wagon (Volvo 221). Una de las características del modelo fue que incorporó en 1959 el cinturón de seguridad. Como curiosidad la marca sólo vendía el modelo en tres colores de carrocería el negro, el azul midnight o un rojo rubí. Sin embargo, desde 1959 la gama de colores se redujo a dos y en 1961 sólo a uno.
Con este modelo, Volvo inauguró su