Cada día que pasa las marcas se esfuerzan más por tener y fabricar el mejor coche autónomo que se conozca hasta la fecha. Ya conocemos las bondades del sistema Autopilot de Tesla y los fallos que puede sufrir. Además se está estudiando cómo implementar la movilidad en las grandes ciudades del mundo mediante vehículos sin conductor. Por tanto parece inevitable que los taxistas, conductores y transportistas están abocados a la desaparición.
Esta situación nos afecta a todos ya que si los coches funcionan sin la necesidad de un conductor no tendremos necesidad de sacarnos el carnet de conducir, total si el coche lo hace todo el solo. Sin embargo surge una cuestión que aún nadie se ha atrevido a responder ya que si los conductores de a pie desaparecemos no debería pasar nada gordo, pero si los transportistas profesionales desaparecen ¿qué será de nosotros a la hora de distribuir multitud de elementos? ¿las cadenas logísticas seguirían siendo iguales?
Esta cuestión no es baladí ya que los camioneros, taxistas y conductores de autobuses son imprescindibles en nuestra sociedad tal y como la conocemos. Sin embargo el cambio que ésta puede sufrir puede ser tan grande que miles de personas que se dedican honradamente a este oficio pasarían a engrosar las ya de por sí grandes listas del paro. No obstante según la Boston Global Consulting (sí, la misma empresa que creo la matriz BCG) los empleos que se pierdan por la inexistencia de conductores se reconducirán hacia otro tipo de ocupaciones.
En el lado opuesto tendríamos a la figura del ingeniero. Este profesional tiene que reciclarse o formarse en movilidad autónoma para ser un activo valioso para las empresas que están desarrollando este tipo de vehículos. Según la Boston Global Consulting se están creando cursos específicos para que los ingenieros que así lo deseen