El Audi Q5 de segunda generación acaba de presentarse en el Salón de París. El todocamino mediano de Audi se renueva al completo, y lo hace muy inspirado en los últimos lanzamientos de la marca – como su hermano mayor, el Audi Q7 – tanto a nivel de diseño, como en soluciones tecnológicas y motorizaciones. El nuevo Audi Q5 pretende establecer nuevos niveles de versatilidad, tecnología y eficiencia, sin renunciar a un buen comportamiento. Te contamos todo lo que necesitas saber, en cinco claves de fácil digestión.
1) Más grande y capaz, pero más ligero y aerodinámico
Está construido sobre la plataforma MLB 2 del Grupo Volkswagen, que comparte por ejemplo con el Audi A4.
El Audi Q5 crece en todas sus dimensiones con respecto a la primera generación, lanzada al mercado en el lejano año 2008. Ahora mide 4,66 metros de longitud, 1,89 metros de anchura y 1,66 metros de altura. La batalla crece hasta los 2.820 mm, pero gracias al uso de aluminio y acero de alta resistencia, su peso en vacío se ha reducido hasta en 90 kg con respecto a su predecesor. El trabajo de Audi en lo tocante a aerodinámica también ha tenido frutos: con un coeficiente aerodinámico de 0,30, es uno de los SUV que mejor corta el viento.
2) Un Audi Q7 en miniatura
El Audi Q5 se asemeja mucho al Audi Q7 a nivel de diseño – salvando la obvia diferencia de tamaño. Su frontal es casi idéntico, con una calandra cromada y ópticas de corte anguloso. Una mirada poderosa, que da pie a una forma general que sí nos recuerda más a su predecesor. Los pasos de rueda son relativamente suaves, al igual que la caída de la luna trasera. La zaga es muy similar a su primera generación, con la salvedad de unas