Los números la avalan: Toyota es el fabricante número uno del mundo en cuanto a híbridos se refiere. A lo largo de los años que llevan a la venta ha matriculado a lo largo y ancho del mundo casi diez millones de vehículos equipados con esta tecnología. Tan importante es para ellos que su marca premium, Lexus, ha dejado en el cajón del olvido las mecánicas diésel y centra la gama mecánica de todos sus modelos sobre mecánicas híbridas.
Sin embargo, que Toyota sea líder mundial en cuanto a híbridos se refiere no le evita tener que seguir innovando para que sus rivales no le coman el terreno. Uno de estos terrenos, en los que no estaba muy puesta, es la utilización de baterías de ión litio. Hasta ahora, sus modelos híbridos y plug-in han utilizado baterías de niquel metal hidruro pero en peso, tamaño y rendimiento estaban por detras de las que usaban la competencia.
Marcas como Nissan o Tesla han apostado desde el primer momento por utilizar baterías de ión litio, sin embargo los ingenieros de Toyota se han tomado su tiempo para integrarlas en sus equipos propulsores por varios motivos. El primero es por los costes de desarrollo y venta y el segundo motivo es por la mayor inestabilidad que ofrecen este tipo de baterías frente a las más controlables de niquel metal hidruro.
Cierto es que sus ventajas frente a las que hasta ahora utilizaban son un menor peso, tamaño y una mayor capacidad energética, sin embargo la diferencia entre costes y aprovechamiento no les animaba a su uso. Pero ahora la cosa parece que cambiará. Según ha informado Toyota cuando llegue el próximo Prius Prime Plug-in se le instalarán baterías de ión litio en lugar de niquel metal hidruro.
Todavía no han desvelado la capacidad energética de las mismas, sin