Vuelta de formación del Gran Premio de México. Esteban Gutiérrez trata de llegar a su posición y aguarda a que los semáforos se apaguen para tratar de ganar puestos en la parrilla de salida. Pero, de pronto, alguien le habla por la radio. No es una voz conocida, al menos, no por la radio.
«Hola Esteban. Aquí Juan Pablo Montoya. ¡Buena suerte para la carrera!» dice la voz en sus auriculares. Gutiérrez no tarda en contestar: «¡Se nota que estamos en México!». El público y las redes sociales enloquecen ante las palabras de uno de los pilotos locales.
No es la primera vez que éstos sucede, es la segunda. Pero no por ello nos sorprende menos. La primera vez que un extraño se coló en la radio de un piloto de la parrilla fue tras la clasificación del Gran Premio de Japón. Johnny Herbert felicitó a Nico Rosberg por la pole que acababa de lograr.
Aquello fue una sorpresa para todos pero al no volverse a dar se supuso que formaba parte de las pruebas que los nuevos dueños de la Fórmula 1 -Liberty Media- están haciendo para lograr llevar la competición hasta el salón de las casas de todos los aficionados que se sienten a ver una carrera.
En las últimas carreras, la realización de los Grandes Premios han pinchado la radio de los equipos con más asiduidad de lo que se solía hacer. De hecho, ésta fue una de las condiciones que se puso a los equipos cuando pidieron que se volviese a restablecer la comunicación completa y sin limitaciones con sus pilotos en carrera.
La nueva Fórmula 1 quiere ofrecer a los aficionados la posibilidad de tener una visión completa de todo lo que pasa en la pista. Con todos los beneficios y perjuicios que eso conlleva.
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