La carrera por el vehículo eléctrico está poniendo a prueba a los ingenieros de las marcas que tienen un vehículo en este segmento del mercado. Sus baterías deben cubrir cada vez una distancia mayor entre recargas y eso está haciendo que la investigación en el campo crezca a ritmos nunca vistos. Sin embargo a día de hoy la mejor alternativa para lograr grandes distancias de autonomía siguen siendo las baterías de ión litio.
Este tipo de baterías son las que más han evolucionado a lo largo de estos años. Se utilizan prácticamente en todos los campos de nuestra vida, desde en telefonía móvil hasta en cámaras de fotos. Uno de los problemas que presentan las baterías es de ión litio es que la diferencia entre las tensiones de carga y de descarga es de más de 1,2 vóltios inferior a la de la carga lo que hace que pierda potencia con cada ciclo de carga.
Para intentar solucionar este problema la industria está investigando nuevos tipos de baterías, y la que más vistas de futuro es la batería de ión aire. Esta batería, a igualdad de tamaño que la de ión litio ofrece el doble de capacidad energética. Además, su coste de fabricación es mucho menor que las actuales de litio y su seguridad es mucho más elevada. Para finalizar, su peso también es mucho menor que las ya de por sí ligeras de lítio.
Estas nuevas baterías representan el futuro, sin embargo también presentan inconvenientes. La más importante es la pérdida de energía en forma de calor así como una velocidad de degradación mucho más elevada. Además, para su correcto funcionamiento necesitan de sistemas externos que introduzcan el oxigeno en el interior de la batería y esto hace que su coste, por ahora sea superior.
La principal diferencia entre las baterías de ión aire