El Brexit nos cogió a medio mundo por sorpresa. Todos pensábamos que los habitantes de Reino Unido querrían quedarse dentro de la Unión Europea pero parece ser que su orgullo patrio se lo impide. Claro, no quieren quedarse en la Unión Europea pero sí les interesa mantenerse dentro de los acuerdos comerciales que tiene firmada la Unión con el resto de terceros países con los que hace negocios.
Su salida implica la expulsión de facto de estos acuerdos comerciales y de ser así esta situación acarrearía graves problemas para la economía de Reino Unido. Como ya hemos dicho el sector del automóvil británico, por su especial importancia, sería uno de los más perjudicados ya que en este país se fabrican muchos de los best seller actuales y esto haría que sus precios subieran un pico. Sin embargo, el gobierno parece que tiene a los fabricantes convencidos de que esta subida nunca pasará.
La Society of Motor Manufacturers & Traders (SMMT) de Reino Unido en un escrito dirigido al gobierno británico pide que antes de producirse definitivamente la desconexión de Europa se asegure que los acuerdos de libre comercio siguen vigentes. Con esta medida protegerían a los clientes que adquieran un coche en el país si finalmente se impusieran aranceles a la importación de coches fabricados fuera de sus fronteras.
Según la SMMT los precios de los coches en Reino Unido se encuentran ahora en un punto muy dulce. Las marcas están bajando sus márgenes para luchar contra los cambios de valor de la libra y para que los clientes que quieran puedan adquirir su coche nuevo antes de que las cosas se compliquen en el futuro. A esto añaden que los precios de los coches, una vez el Brexit sea oficial, podrían subir de media unas 1.500 libras (1.700 euros aproximadamente) haciendo que