Hace unos días, Mercedes nos citó en el Circuito del Jarama para dar una vuelta rápida por el centro de Madrid a bordo de un Mercedes-AMG A45 de 381 caballos de potencia. No, no nos hemos equivocado a la hora de escribir esta primera frase. La realidad virtual era el secreto de aquel evento en el que 20 afortunados tendríamos la oportunidad de vivir una experiencia única.
Porque tras el lema «en toda ciudad se esconde un circuito», la marca alemana ha trabajado en un avanzado sistema de realidad virtual que permite recrear las curvas del Circuito del Jarama y trasladarlas a algunas de las calles más famosas del centro de Madrid. Hemos vivido la realidad virtual a bordo de un coche en circuito y esto es lo que nos ha parecido.
Antes de comenzar a detallar las sensaciones que vivimos sentados en el asiento del copiloto con las gafas de realidad virtual puestas, vamos a conocer la parte técnica que hay detrás de este proyecto. Mercedes pidió a una agencia que recrease el Circuito del Jarama por las calles de Madrid.
Algunos detalles técnicos sobre la grabación de realidad virtual
Después de varios meses de prospecciones, grabaciones y pruebas, el pasado día 30 de noviembre todo estaba listo para que a través de unas gafas de realidad virtual creyésemos que estábamos viajando por el centro de Madrid a toda velocidad.
Para conseguir que el efecto fuese lo más real posible, fue necesario utilizar un sistema de cámaras de realidad virtual compuesto por un conjunto de sensores Global Shutter de 16 mm, con un tamaño de píxel de 5.5 um de procesador único. Para gestionar todas las imágenes y crear la película de imágenes reales, se desarrolló un software específico para procesarlas.
El primer paso fue rodar en el Circuito del