Lincoln es a Ford lo mismo que Buick a General Motors y la historia que vive la firma de los tres escudos es la que vive la de la estrella. Para ambas marcas el mercado chino se ha convertido en su salvavidas, pues las ventas que lograban en su mercado natal no eran suficientes como para que sus matrices las mantuvieran con vida. En el caso de Lincoln estuvo en la cuerda floja durante varios años ya que la edad media de su cliente no dejaba de subir y estaba provocando que la tasa de retorno en compras cayera a mínimos históricos (algo similar a lo que le sucedió a Mercedes-Benz).
Sin embargo, tras el lavado de cara que le ha dado la firma del óvalo azul parece que ahora está viviendo una nueva juventud. En esta nueva etapa se han hecho imprescindibles los nuevos modelos que están llegando, una carga tecnológica superior y por supuesto haber incrementado su presencia en China. El país asiático adora las berlinas grandes y lujosas y en este terreno Lincoln es una especialista.
La firma premium de Ford Motor llegó a China en el año 2014 y en este breve periodo de tiempo se ha convertido en un mercado clave. La razón es que este año que estamos finalizando cerrarán sus ventas con un crecimiento tres veces superior al que obtuvieron en el pasado 2015. Este balance ha sido gracias a que cuentan con 65 concesionarios repartidos por las principales ciudades del país aunque no descartan seguir creando más centros para mejorar aún más su presencia.
Sin embargo aún les queda mucho trabajo por hacer ya que sus principales rivales, Cadillac y Mercedes-Benz aún están muy por encima de ella. La primera ha logrado matricular en lo que llevamos de año más de 100.000 unidades y la