Hasta la llegada de los cambios secuenciales parecía existir un consenso sobre dónde debe estar ubicada la palanca de cambios, pero llegó el control secuencial y ahí cada fabricante quiso entender donde era mejor ubicar las levas de este tipo de cambios. Hemos visto controles de todo tipo, verdaderos despropósitos incluso, pero a día de hoy el debate sólo cuenta con dos bandos y los fabricantes no terminan de aclararse. ¿Dónde es mejor ubicar las levas del cambio? ¿Mejor solidarias al volante? ¿Mejor fijas en la columna?
¿Prefieres las levas solidarias al giro del volante o fijas en la columna de dirección?
Quienes hayan manejado una filosofía u otra entenderán perfectamente de lo que estamos hablando. Algunos prefieren la ubicación solidaria al volante, acompañando el giro del volante con las citadas levas, otros en cambio prefieren la ubicación fija de las levas en la columna sin importar dónde vaya el volante – entre los que me incluyo -. Podemos decir que ambos conceptos tienen sus ventajas e inconvenientes, pero lo que de verdad deberíamos puntualizar es que cada filosofía debería llegar al mercado para un determinado vehículo. No existen verdades absolutas, pero puestos a defender una filosofía en un vehículo, existen mandos que deben ser diseñados por y para ese fin.
Aunque el control secuencial fue lanzado al mercado como una herramienta especialmente enfocado a vehículos deportivos, lo cierto es que a día de hoy es posible verlo en todo tipo de coches, bien por confort, pseudo deportividad o mejor control del conjunto embrague-transmisión. Dicho esto, es justo resaltar que para cada concepto de vehículo debería de emplearse un diseño de levas que favorezcan su actitud, especialmente en vehículos deportivos donde esa falta de ergonomía puede suponer un serio hándicap.
Lo único seguro es que ambos diseños tienen sus defensores y detractores, por lo