Hoy en día cuando un fabricante de superdeportivos piensa en un coche práctico y espacioso apuesta por un SUV. Hace medio siglo, Ferruccio Lamborghini hacía lo propio apostando por la idea de un gran sedán, o un gran turismo. Por aquel entonces, en 1967, Lamborghini había comenzado su andadura con un deportivo de 2+2 plazas, el Lamborghini 400GT; y también con un superdeportivo, el Lamborghini Miura. Pero Ferruccio Lamborghini aspiraba a ofrecer a sus clientes un vehículo más cómodo y espacioso, con 4 plazas verdaderas. Y así es como nacería el Lamborghini Marzal, y como imaginaba Lamborghini que podría ser su primer sedán, o un buen gran turismo.
Aquellos maravillosos años. Un vistazo en vídeo a la fábrica de Lamborghini en Sant’Agata en 1968
Ferruccio Lamborghini confió en Nuccio Bertone para diseñar lo que ves sobre estas líneas, un gran turismo que homenajeaba con su nombre a un torero fallecido en la plaza allá por los años cuarenta. El Lamborghini Marzal era la culminación de uno de los proyectos de Bertone y Ferruccio, debía mantenerse fiel a la filosofía deportiva y a las prestaciones que se esperaban de un Lamborghini, pero sobre todo ser cómodo y espacioso.
Así nacía el Lamborghini Marzal, un prototipo ensamblado sobre la plataforma extendida del Lamborghini Miura y una batalla aumentada en 12 centímetros para acoger con comodidad a dos pasajeros adicionales. Por no hablar, faltaría más, de sus inmensas puertas en forma de alas de gaviota para facilitar el acceso al habitáculo. Y una superficie acristalada realmente amplia.
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Al respecto de sus puertas en forma de ala de gaviota, Ferruccio mostraría su descontento al entender que con tanta superficie acristalada no habría espacio para la privacidad y, sobre todo, para mostrar sin tapujos las piernas de las damas que subieran a bordo.