El Mercedes-Benz GLA arranca el año renovándose por completo con una oferta de motores ampliada, modificaciones en el diseño, tanto interior como exterior, y variantes de equipamiento actualizadas. El lanzamiento mundial ha tenido lugar ayer 8 de enero de 2017 en el Salón del Automóvil de Detroit (NAIAS). Este modelo salió a la venta en 2013.
La gama plantea tres variantes del tren de rodaje: uno de serie orientado claramente al confort, otro más dinámico que ofrece unas suspensiones más deportivas y uno offroad que incrementa la altura de la carrocería en 30 milímetros. Los dos últimos son opcionales.
A primera vista, la generación 2017 se distingue por los parachoques modificados, llantas de aleación adicionales y la nueva y atractiva pintura «beige canyon». Todos estos elementos acentúan aún más que antes los genes de SUV del GLA desde el punto de vista estético. Los faros bixenón que hasta ahora equipaba el GLA de serie en España, dejan paso a los faros LED, que también serán de serie y que se caracterizan por una temperatura de color similar a la luz natural.
También cabe destacar la cámara de 360 grados. Disponible en exclusiva en este segmento de mercado, supervisa el entorno inmediato del vehículo y lo reproduce en el visualizador de medios en forma de pantalla completa o como pantalla dividida en siete perspectivas distintas. Éstas incluyen una representación virtual del vehículo a vista de pájaro generada a partir de los datos de las cuatro cámaras, una dispuesta en el frontal, otra en la parte trasera y dos en sendos retrovisores exteriores.
Un interior más lujoso
Nuevos tapizados y molduras así como unidades de mando cromadas aportan un valor añadido al atractivo interior del GLA, que está realizado con materiales y acabados de extraordinaria calidad. La pantalla de la consola central en color de 20,3 cm (8“) de diagonal