Cuando Mazda presentó su nueva generación de mecánicas diésel y gasolina SkyActiv todo el mundo se quedó un poco parada. En lugar de seguir el camino que la inmensa mayoría de marcas del mercado tomaron con el downsizing, ella decidió tirar por la calle del medio. Lo que hizo fue mantener cilindradas “relativamente” altas y apostar por otro tipo de técnicas como mejorar la relación de compresión o reducir las fricciones internas de sus motores.
Esta serie de mejoras hicieron que sus mecánicas lograran datos de consumos y emisiones iguales que las de sus principales rivales sin tener que apostar por caras tecnologías. El caso más común es el de sus mecánicas diésel, pues logran cumplir la exigente normativa Euro 6 sin necesidad de emplear el Sistema Catalítico de Reducción (SCR) que ya montan casi todas las marcas en el mercado.
Ahora que parece que el downsizing no es el mejor camino para reducir las emisiones y consumos, la marca seguirá apostando por sus mecánicas SkyActiv. Según la firma, la próxima evolución de estas mecánicas podría llegar al mercado bajo el capó de la nueva generación del Mazda 3. Todo ello estaría programado de cara al próximo año 2018 y podría hacer que el compacto nipón siguiera siendo uno de los mejores en eficiencia de su categoría.
Sin embargo para esta nueva iteración de sus mecánicas SkyActiv llegarían con novedades como la Carga Homogénea Encendido por Compresión (HCCI) que permitiría que permite que la mezcla de combustible y aire se realice fuera de la cámara de combustión, como ocurre en los motores de gasolina de inyección indirecta. En este caso la mezcla no se enciende por una chispa producida por una bujía, sino que se realiza mediante la autoinflamación por compresión de la mezcla como ocurre en los motores diésel.
Aplicando este sistema lo que