Fue una de las noticias que más titulares acaparó el pasado verano y también una de las mayores preocupaciones de Tesla Motors, y de buena parte de la industria, por la repercusión que podría tener para el avance del coche autónomo. Joshua Brown, dueño de un Tesla Model S, fallecía al colisionar contra el remolque de un camión que había invadido una carretera de Florida (ver noticia de julio). Todo apuntaba a que la culpabilidad del accidente debía recaer en el conductor de camión que invadió la carretera. Pero el hecho de que, según los testigos, hubiera suficientes indicios que apuntasen a que el conductor del Tesla Model S había desatendido la conducción para delegar esta tarea en Autopilot haría que toda la atención se dirigiera a Tesla. Hasta el punto en que la NHTSA, el organismo encargado de la seguridad del transporte en Estados Unidos, inició una investigación para estudiar si existía un defecto en la tecnología de Tesla que exigiera responsabilidades por su parte y una llamada a revisión de sus coches. Finalmente la NHTSA ha fallado a favor de Tesla y Autopilot no sería responsable en ningún caso del fallecimiento de su conductor.
Un conductor fallece en un accidente en su Tesla Model S mientras usaba el modo semi-autónomo Autopilot
Nota: la imagen que ilustra esta entrada no se corresponde con el accidente fatal de Joshua Brown investigado por la NHTSA, sino con otro accidente previo de un Tesla Model S que se produjo en Alemania.
Las conclusiones a las que ha llegado la NHTSA no son menos interesantes. Se confirma que Joshua Brown estaba utilizando Autopilot en el momento en que sufrió el accidente y también que el sistema de frenada de emergencia no actuó para evitarlo, ni el conductor intervino en ningún momento. Este último detalles es, sin