250 millones de dólares (más de 234 millones de euros al cambio actual) son más que suficientes para cumplir todos los sueños que se te ocurran. O para invertirlos en la que según dicen es la mansión más cara de los Estados Unidos, que además de 12 habitaciones, 21 baños y bolera, incluye un helicóptero – de atrezo, eso sí – y una colección con 12 superdeportivos y 10 motocicletas. Y es que, bajo su inmensa piscina de horizonte infiniti, esconde en un garaje-exposición piezas tan deseadas como un Spyker C8, un Morgan three-wheeler, un Spyker C8, un Ariel Atom, un Lamborghini Gallardo, varios Rolls-Royce, un Bentley Continental GT, un Bugatti Veyron, y otras piezas que perfectamente sumarían decenas de millones de euros.
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Y eso no es todo. Entre las joyas que atesora el propietario del inmueble, y que van incluidas en el lote, nos encontramos con clásicos a cuyo lado un Bugatti Veyron es una auténtica baratija. Joyas como un Mercedes 540 K Special Roadster de 1936 (más información en Jalopnik) que para que os hagáis una idea cotizan habitualmente en subasta muy por encima de los 10 millones de euros.
Ni tan siquiera falta un Pagani Huayra y un Ferrari 488 GTB. Ni tampoco varias motocicletas repartidas por las diferentes estancias, que incluso han sido colocadas en una barra en el fondo de lo que a priori parece un despacho.
Más información en CNBC y en The Hollywood Reporter.
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