No, el Toyota C-HR no es un SUV del segmento B, no es un rival directo para el Nissan Juke, para el Mazda CX-3 o para el Peugeot 2008. Y aunque esto tendría mucho sentido, reforzando su vocación urbana, introduciendo a un modelo de Toyota en este segmento, el Toyota C-HR pertenece al segmento C, un segmento en el que nos encontramos al Nissan Qashqai, al Renault Kadjar o al SEAT Ateca.
Un SUV del segmento B con el diseño y el motor del Toyota C-HR tendría todo el sentido del mundo, seguiría oliendo a superventas y llevaría a Toyota a un segmento en el que no está presente:
¿Por qué comprar un Toyota C-HR y no un Nissan Qashqai?
Tras publicar una breve reflexión sobre la compra de un Toyota C-HR en lugar de un Nisan Qashqai, empleando a este último como estandarte de los SUV del segmento C lógicos, racionales, no han sido pocos los comentarios que nos habéis dejado diciendo que no se pueden comparar, que no son coches del mismo segmento… y claro, queríamos aclararlo, dejarlo fuera de duda.
Cuando se presentó conceptualmente el Toyota C-HR todos creíamos que estábamos ante un SUV del segmento B, ante la estocada perfecta para acabar con el Nissan Juke. Tenía mucha lógica que lo pensáramos: no sabíamos sus medidas, la marca no se había pronunciado al respecto y claro, Toyota ya tiene al Toyota RAV4.
En el Salón de París de 2014 el Toyota C-HR Concept debutó ante el público, recuerdo perfectamente el instante en el que se reveló. Entonces, a pie de stand, tuve la oportunidad de entrevistar al responsable de diseño de este coche, a Lance Scott y ahí es donde nuestra imagen del Toyota C-HR como “anti-Juke” se derrumbaba.
Nos habéis dejado muchos comentarios mencionando al Toyota C-HR