El Nissan 370Z es uno de los coches más deseados en el mundo. El coupé de Nissan representa lo que debería ser un buen deportivo a la vieja usanza: motor atmosférico V6 de 3,7 litros de cilindrada, propulsión trasera, comportamiento dinámico muy bueno (condicionado por un peso un poco más elevado de la cuenta), posición de conducción muy baja y unas proporciones en su diseño casi perfectas.
El 370Z como todo producto que está en el mercado ha de ser renovado puesto que ya acusa un poco el paso del tiempo. Su relevo generacional no debería demorarse mucho y quizá en el próximo Salón del Automóvil de Tokio podamos conocer su sustituto en forma de concept. Sin embargo en la firma japonesa no quieren correr innecesariamente, puesto que quieren hacer un modelo que pueda plantar cara a los Porsche Boxster y Cayman 718 con garantías de éxito.
Teniendo en cuenta el rival a batir, es más que probable que llegue al mercado con una mecánica turbo alimentada. Esta situación no sería para nada descabellada puesto que su hermano de plataforma, el Infiniti G37 Coupé y Sedán, fue reemplazado por los Q50 y Q60. Ambos modelos, para reducir el consumo y las emisiones, recibieron una nueva mecánica de 3 litros turbo alimentada con una potencia de 400 cv.
Además, no sólo podría incorporar este bloque turbo apretado, sino que también podría traer asociado otra primicia. El próximo Nissan GT-R podría llegar al mercado con una mecánica híbrida, es decir, que podría contar con un motor eléctrico con el que incrementar la potencia y reducir el consumo. De esta manera, la gama de súper deportivos de Nissan quedaría bien solapada puesto que no habría un gran salto de potencia entre el Z y el GT-R.
Con todo ello, los ingenieros de la firma estarían pensando en