Mercedes lleva años comercializando carrocerías familiares de sus berlinas media y pequeña, las cuales reciben la denominación Estate. Estas variantes familiares aportan un gran plus de practicidad, ya que permiten una mayor capacidad de carga y, sobre todo, hacen que la operación de cargar y descargar el maletero sea mucho más sencilla al contar con una amplia boca de carga. Practicidad y deportividad son términos que normalmente no van de la mano, salvo excepciones. Uno de los mejores ejemplos es el Mercedes-AMG E63 Estate.
La berlina media en su carrocería familiar pasa nuevamente por las manos de AMG. Esto significa que su configuración y capacidades dinámicas han sido sobredimensionadas. Además, no contaremos con una sola versión, si no que podremos escoger entre la variante “normal” Mercedes-AMG E63 Estate y la superior Mercedes-AMG E63 S Estate. 571 CV para la primera y 612 CV para la segunda. Nada mal para tratarse de un coche que busca la practicidad, ¿no crees?
Básicamente nos encontramos con la misma receta que AMG utilizó hace unos meses para el Mercedes-AMG E63 de carrocería berlina. Los cambios principales, lógicamente, los encontramos en el tres cuartos trasero. Como es habitual, en comparación con el sedán, nos encontramos con un techo alargado y una caída más brusca del mismo al llegar al final del mismo. En la parte baja de la zaga encontramos un paragolpes específico con un marcado difusor y nada menos que cuatro salidas de escape cromadas.
Por lo demás, en el frontal encontramos un paragolpes deportivo con voluminosas tomas de aire acabadas en negro, mientras que la vista lateral estará marcada por las taloneras y las llantas forjadas AMG negras en 20 pulgadas que alojan un sistema de frenos de grandes dimensiones con pinzas de freno amarillas. Un sistema de frenos que ofrece unas dimensiones de 390 mm