España es uno de los países de Europa con el parque de automóviles más viejo. Según los expertos, para el año 2020 el 65 por ciento de los coches que circulen por nuestro país tendrán más de diez años. Esta cifra es alarmante ya que tanto por seguridad (siendo mejor que la de hace diez años) como por contaminación estamos hablando de un grave problema para nuestras ciudades y carreteras.
Según la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) hay que frenar el envejecimiento del parque español. Si esto se lograra se reducirían los accidentes de tráfico y las emisiones contaminantes. Además, se mejoraría la economía del país ya que al venderse más vehículos las arcas del estado recaudarían más dinero en concepto de impuestos.
La idea que propone Faconauto es que por parte del gobierno del país se ponga en funcionamiento un nuevo plan para achatarrar los vehículos más antiguos. Además, desde la patronal de los concesionarios, también piden que no sea un plan con fecha de caducidad, pues sólo funcionaría para dar de baja a una parte pequeña del parque automovilístico español.
Este problema surge ante el estancamiento que están sufriendo las ventas de coches en el canal de particulares. El antiguo Plan PIVE era muy importante pues las familias que necesitaban cambiar de coche contaban con un dinero por su vehículo y liberaba a los concesionarios de cargar con la recompra de ese vehículo. Con su finalización parecía que el mercado seguiría con su tendencia, sin embargo parece que no será así y es cuestión de tiempo que las matriculaciones sufran un revés ante la incertidumbre que viven las familias españolas.
Mientras el gobierno del país decide actuar o no, desde Faconauto se le ha recordado que el sector del automóvil aporta a las arcas del estado casi un