A pesar de todo lo que está viviendo el Grupo Volkswagen con el Dieselegate sus planes para seguir siendo el principal fabricante de coches del mundo siguen adelante. Sus ventas superan los diez millones de coches al año, pero aún les queda mucho trabajo por delante si quieren afianzar su dominio. Uno de los quebraderos de cabeza para la cúpula directiva del conglomerado alemán es cómo atacar sin morir en el intento a los principales países en vías de desarrollo.
Si nos paramos a revisar el catálogo de firmas que componen el Grupo Volkswagen podemos observar que todas tienen un posicionamiento en el mercado. Las firmas que están posicionadas más bajo son Seat y Skoda. Sin embargo, con ninguna de las dos puede atacar a los mercados emergentes pues su calidad de acabados y tecnología ha escalado tanto en los últimos años que sus precios de ventas son mucho más altos de lo que están dispuestos a pagar por estos coches en ciertos mercados.
Para solucionar este problema existe una solución que ya se ha comentado aquí un par de veces. Ésta no es más ni menos que la creación de una firma low cost que sea capaz de rivalizar en los mercados emergentes más importantes con los modelos y firmas más vendidas. La creación de una nueva “Dacia” a los Volkswagen es más que factible pues el consorcio alemán tiene un buen arsenal de piezas descatalogadas que podrían ser usadas por esta firma sin que los costes se dispararan.
Tan bueno es el resultado de hacer este experimento, que el Grupo Volkswagen ha confirmado de forma definitiva que muy pronto tendrán su primera marca low cost en los mercados emergentes. La razón es que es tan grande es el espacio de mercado que ocupa el Grupo Volkswagen que la creación de una