Skoda, quién te ha visto y quién te ve. De ser una marca más orientada al mundo low-cost, a convertirte en una compañía con productos atractivos y de calidad. Con inteligencia, con paciencia, han sabido ir de menos a más. Y aunque sus productos siempre han sabido dar la cara, es en los últimos años cuando han dado un señor golpe en la mesa. Su última sorpresa tiene nombre y apellido, Skoda Kodiaq, el coche que estamos a punto de probar gracias a la cesión del concesionario oficial Nieto Marcelo Automóviles. ¿De verdad es para tanto?
Lo cierto es que sí. Estamos ante el que muchos catalogan como el mejor Skoda de toda la historia. Una apuesta segura, pues se trata de un SUV, el tipo de coche que más se ha vendido en los últimos años. Además, este modelo en concreto cuenta con hasta siete plazas, una configuración que no habíamos visto en la marca y que suma clientes que buscan un todocamino espacioso en el que llevar a toda la familia.
Buen trabajo, tanto en el exterior como en el interior
El Skoda Kodiaq cuenta con un tamaño medio. Su carrocería nos deja unos 4,70 metros de longitud, 1,67 metros de alto y 1,88 metros de ancho. En comparación con su hermano el Yeti, el hasta ahora único todocamino de la marca, el Skoda Kodiaq es más largo, más ancho y sensiblemente más bajo. Su diseño, calidad e incluso sus objetivos son totalmente diferentes, reforzando la oferta SUV de la marca de manera notable.
Debemos frenar en el apartado de diseño para analizar detenidamente al Skoda Kodiaq. En persona, este modelo muestra más poderío que el que nos llega en imágenes. Su estética estrena el lenguaje de diseño que han continuado otros como el recién renovado Octavia. Lo más destacable a simple