Ferrari podría estar inmersa en un importante escándalo, en un fraudulento método que da vía libre a sus concesiones para reducir el kilometraje de sus superdeportivos dando así paso, evidentemente, a un precio mayor de reventa, favoreciendo la especulación con sus coches sin miedo a que estos pierdan valor por haber sido usados. No es lo mismo un Ferrari LaFerrari con 20.000 km que uno con poco más de 1.000 km, ¿verdad? Y en esta loca burbuja en la que se ha convertido la compra y venta de coches de este tipo esta diferencia puede suponer varios cientos de miles de euros e incluso superar el millón de euros de diferencia.
El presunto fraude puede adquirir una relevancia aún mayor si se demuestra que Ferrari está involucrada y autoriza estas operaciones
La manipulación de cuentakilómetros continúa, ¿se está haciendo lo suficiente por resolver el fraude?
El escándalo, recogido por el Daily Mail, se ha desatado de la mano de Robert Bud Root, un veterano vendedor de coches de la marca, con más de 20 años de experiencia, que ha decidido demandar al concesionario Ferrari de Palm Beach, Florida, por un caso de despido injustificado por discriminación de edad (Robert tiene 71 años) tras haber sido sustituido por la esposa del director general de la concesión y tras haber descubierto la posibilidad de reducir el kilometraje de los coches de la marca italiana.
El dispositivo empleado para la modificación del kilometraje de los deportivos necesitaría que la matriz diera luz verde al proceso, lo que trasladaría la polémica desde esta concesión estadounidense a los cimientos de la marca, adquiriendo, claro, un nuevo nivel este presunto fraude. De hecho la propia Ferrari habría instruido a sus técnicos para poder ejecutar esta operación de la mano del Deis Tester, la herramienta de diagnosis de