Cuando la primera generación del Mercedes-Benz Clase A se estrelló en la prueba del alce, fue cuando la humanidad se enteró del tipo de prueba que era. Este fiasco supuso para la firma de la estrella una llamada a revisión para su modelo multitudinaria. Además, tras realizar los cambios oportunos en el vehículo, tuvo que demostrar que era tan seguro como el resto de sus hermanos de gama.
Tras él fueron muchos más modelos los sometidos a esta exigente prueba. Unos la salvaron bien, otros regular y otros mal. Sin embargo, la prueba y los responsables se han llevado en algún que otro momento un tirón de orejas, ya que “según algunas marcas agraviadas” modificaban ciertos parámetros del vehículo para que éste tuviera una reacción diferente en la prueba a la que tendría si no se hubieran manipulado estos elementos.
Los chicos de la publicación sueca Teknikens Värld pusieron a prueba a la última generación del Toyota Hilux hace un año. Este modelo suspendió cuando realizaron esta prueba y los ingenieros de la firma decidieron estudiar qué fue lo que pudo pasar para que ocurriera esto. Tras el paso del tiempo, los directivos de la firma japonesa se han reunido con los probadores que llevaron a cabo la citada maniobra y de esta reunión se ha sabido la siguiente información.
Según este medio, los responsables de Toyota habrían decidido aplicar varios cambios a la Hilux para hacerla más segura ante este tipo de situaciones. La primera modificación que harían sería modificar los manuales de usuario para corregir las presiones de inflado de los neumáticos en condiciones de total carga. La segunda modificación que realizarían sería una recalibración del control de estabilidad ESP para que intervenga antes en ciertas situaciones de emergencia.
Para llevar a cabo estas medidas, Toyota podría realizar una llamada a revisión